Como en la alquimia, un poco de literatura, música, antropología, arte, pensamientos, algunas joyitas y misterios del Universo.
lunes, julio 05, 2010
domingo, junio 06, 2010
Aya - Dhafer Youssef (Digital Prophecy, 1984)
Un cantante tunecino que vivió en Europa desde 1990, Youssef abre su alma y proyecta mil significados inspirados por la sabiduría y la espiritualidad de la tradición Sufi. Resulta una música de tal eterna belleza que uno puede imaginársela de cualquier tiempo.
. . .
sábado, junio 05, 2010
I pozostanie tajemnica. - Anna Maria Jopek
La intérprete y compositora polaca Anna Maria Jopek, es una de las más destacadas figuras del llamado 'Jazz del Este de Europa', comenzó su carrera musical en 1996 y ha colaborado con el legendario Pat Metheny y con el compositor de bandas sonoras tan conocidas como la de 'Drácula de Bram Stoker', 'La novena puerta', el también polaco Wojciech Kilar. Se la considera como una intérprete que ha revolucionado las raíces del jazz en Europa, y la reina del jazz polaco, apreciada por su voz envolvente y sensual, su estilo de música étnica y popular inspirada en el jazz trata de abrir caminos vírgenes y buscar nuevos horizontes.
...
I
Siempre sentí que hay que escribir cuando todo el mundo sueña, mis palabras entran en los sueños y los sueños en mis palabras. Siempre hay un mensaje en la mitad de la noche que llega a su destino, aunque no seamos conscientes. También a veces se sueña de día, en un instante imprevisto, y se cuelan esos otros mundos sutiles, paralelos, invisibles, sólo si el alma está alerta -dijo ella.
“Para llegar a esos puertos no me hace falta trazar la ruta ni fijar la fecha de arribo. A veces me basta un retazo que se abre en medio de un paisaje incongruente, unas luces que afloran en la niebla, el diálogo de dos transeúntes que se encuentran en pleno trajín, para pensar que a partir de allí juntaré pedazo por pedazo la ciudad perfecta, hecha de fragmentos mezclados con el resto, de instantes separados por intervalos, de señales que uno envía y no sabe quién las recibe. Ciudad discontinua en el espacio y en el tiempo, aún así no hay que dejar de buscarla. Está esparcida dentro de los confines del imperio (Italo Calvino “Ciudades Invisibles”)
- Me viene a la mente el frenesí vital de Calderón, la ráfaga colorida y enérgica que exhibe la tonalidad multicolor del arco iris, quizá los caminos enredados por hollar o los mil rostros por conocer en la jornada –dijo él. Hay muchas situaciones extrañas que ocurren cuando la noche cubre al mundo y los hombres quedan atrapados en sus sueños. El estado de mayor gracia ocurre cuando ensoñamos como los nahualts que nos recordaba Juan Mathus, y la otra conciencia se apodera de nosotros, sin peyolt, apenas tan solo animados por la energía transformadora que ahora muta los otros codones del ADN sintonizando la biología y las dimensiones del espíritu para el gran despertar del fin-comienzo de ciclo solar.
- Todos recibimos aquello que deseamos en la medida de nuestros sueños y nuestras búsquedas - dijo ella.
...
martes, junio 01, 2010
La luna derramó sobre ella su tinta de plata, el hombre la miró,
Sólo una sacerdotiza y una diosa pueden saber de qué conversan.
Gilgamesh caminó lento en la alfombra púrpura,
el brillo de la espada, los latidos del templo, el perfume,
una fuerza misteriosa lo empujaba.
El tiempo era sólo un paisaje eterno.
...
que nacen del alma.
Ella se entregó al ritual de la noche, con su túnica blanca,
con sus signos, con sus fuegos.
con sus signos, con sus fuegos.
Gilgamesh caminó lento en la alfombra púrpura,
el brillo de la espada, los latidos del templo, el perfume,
una fuerza misteriosa lo empujaba.
El tiempo era sólo un paisaje eterno.
...
domingo, mayo 30, 2010
Geometrie dell´anima - Paolo Fresu
Paolo Fresu, uno de los mejores exponentes del Jazz Italiano, trompetista, compositor, nacido en Berchidda, Cerdeña. En marzo de 2001, Fresu recibió el prestigioso premio internacional Django d'Oro, en la categoría de mejor músico de Jazz.
Decía Pitágoras que la música es un modelo del funcionamiento del universo, no sé, pero Fresu logró formular la geometría del alma.
...
viernes, mayo 28, 2010
Humberto Eco - El nombre de la rosa
Hasta entonces había creído que todo libro hablaba de las cosas, humanas o divinas, que están fuera de los libros. De pronto comprendí que a menudo los libros hablan de libros, o sea que es casi como si hablasen entre sí.
A la luz de esa reflexión, la biblioteca me pareció aún más inquietante.
- Si se piensa en los siglos, no sirve de nada. Si se piensa en años y días, puede servir de algo. De hecho, ya ves que estamos desorientados.
-¿De modo que una biblioteca no es un instrumento para difundir la verdad, sino para retrasar su aparición? -pregunté estupefacto.
A la luz de esa reflexión, la biblioteca me pareció aún más inquietante.
Así que era el ámbito de un largo y secular murmullo, de un diálogo imperceptible entre pergaminos, una cosa viva, un receptáculo de poderes que una mente humana era incapaz de dominar, un tesoro de secretos emanados de innumerables mentes, que habían sobrevivido a la muerte de quienes los habían producido, o de quienes los habían ido transmitiendo.
-Pero entonces --dije-, ¿de qué sirve esconder los libros, si de los libros visibles podemos remontamos a los ocultos?- Si se piensa en los siglos, no sirve de nada. Si se piensa en años y días, puede servir de algo. De hecho, ya ves que estamos desorientados.
-¿De modo que una biblioteca no es un instrumento para difundir la verdad, sino para retrasar su aparición? -pregunté estupefacto.
...
Herman Hesse "Demian"
"Por eso la mayoría de los seres humanos vive tan irrealmente; porque creen que las imágenes exteriores son la realidad y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, desde luego.
Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Sinclair, el camino de la mayoría es fácil, el nuestro es difícil.
Caminemos."
Pero cuando se conoce lo otro, ya no se puede elegir el camino de la mayoría. Sinclair, el camino de la mayoría es fácil, el nuestro es difícil.
Caminemos."
...
miércoles, mayo 26, 2010
Magia y Arte
La música, la escritura, la pintura, el canto y la danza, en su origen sólo eran el soporte del pensamiento mágico que se conciliaba con el mundo. El chaman en estado de trance cantaba, danzaba o escribía sabiendo que había una relación ontológica entre su voz o su escritura y el dibujo de sus sentidos. Se conectaba con el universo.
La obra de arte es una creación mágica y exige una carga psíquica y espiritual producida por el trance del amor, en otro estado de conciencia, por eso hay tan pocas obras de arte vivas en el mundo, tan pocos seres capaces de realizar esa magia, ese misterio.
...
lunes, mayo 24, 2010
Cuando estoy sola, me entretengo con palabras o preguntas que descubro, las exploro. Quizás también porque me gusta como suenan: "Ne vilipendas cíneres", por ejemplo. O kemit, kharis, khrist: tierra, agua, fuego del alma que engendra. O me preocupan cuestiones como éstas: ¿cómo se hacía el oro oculto de los filósofos?
Atlas sugería a las mujeres tomar agua lunaria para que el oro del cuerpo resplandezca en los brazos del tiempo, sólo se requería el azoth, el fuego y actividades sencillas como éstas: lavar, cocer, coagular, fijar.
Verdaderamente imposible declarar estas cosas con mayor claridad a causa de la injusticia de algunos. Pongamos por caso el Malleus Malleficarum, tratado sobre ciertos métodos para reconocer a las brujas y eliminarlas bajo el supuesto de que las mujeres eran hijas de Satán.
Pero en confesiones secretas se sugería leer la Physica et mystica de Bolos de Mende (200 A C), la Tabula Smaradigma de Hermes Trimegistro, o el Liber de nymphis, sylphis et ceteris spiritibus, de Paracelso, por ejemplo, a Cardano, y a otros antiguos sabios apócrifos.
¿Por qué, entre los velos de la noche, un héroe antiguo abraza una estrella de cinco puntas?
Atlas sugería a las mujeres tomar agua lunaria para que el oro del cuerpo resplandezca en los brazos del tiempo, sólo se requería el azoth, el fuego y actividades sencillas como éstas: lavar, cocer, coagular, fijar.
Verdaderamente imposible declarar estas cosas con mayor claridad a causa de la injusticia de algunos. Pongamos por caso el Malleus Malleficarum, tratado sobre ciertos métodos para reconocer a las brujas y eliminarlas bajo el supuesto de que las mujeres eran hijas de Satán.
Pero en confesiones secretas se sugería leer la Physica et mystica de Bolos de Mende (200 A C), la Tabula Smaradigma de Hermes Trimegistro, o el Liber de nymphis, sylphis et ceteris spiritibus, de Paracelso, por ejemplo, a Cardano, y a otros antiguos sabios apócrifos.
¿Por qué, entre los velos de la noche, un héroe antiguo abraza una estrella de cinco puntas?
Que el rumor de tu voz me sumerja en el sueño como el canto de los bambúes
en las aguas plateadas delverano.
que la luna sea la playa en la cual nos bañamos
por las noches, y escuchemos las voces que llegan desde la profundidad del tiempo.
Saber de aquéllos que esperaron por nosotros,
saber que sólo un gesto de tu rostro podía hacerlo, liberarlos. Ver como las manos se acercan al fuego, para cuidar la ambrosía, cómo el vapor asciende al reino de los cielos.
Verte sonreír, aunque a veces sienta ganas de llorar.
Y que el tiempo nos ignore, que cada instante sea un puerto,
un lugar seguro
al cual volver, cuando todo se parezca a la aventura o al miedo.
(Parte de la ópera interpretada por LL en La Scala, 21 de noviembre de 1868)
¿Se puede reclamar al destino algo que no sucedió?
¿Quedaremos dando vueltas en una ciudad que siempre fue extraña? Quizás es bueno, también, reclamar
a esa ciudad que no nos contuvo, dejar una huella, una lápida, un poema, decir, algo que moleste. Partir.
Quizás algún día regresemos, y la ciudad no nos reconozca, o sí, sin darnos cuenta.
Sin saber que fuimos un hilo invisible de su trama.
O que alguien hizo de la lápida un altar, y de repente fue plegaria.
. . .
¿Quedaremos dando vueltas en una ciudad que siempre fue extraña? Quizás es bueno, también, reclamar
a esa ciudad que no nos contuvo, dejar una huella, una lápida, un poema, decir, algo que moleste. Partir.
Quizás algún día regresemos, y la ciudad no nos reconozca, o sí, sin darnos cuenta.
Sin saber que fuimos un hilo invisible de su trama.
O que alguien hizo de la lápida un altar, y de repente fue plegaria.
. . .
domingo, mayo 23, 2010
Busqué el miedo con el mismo vértigo con el cual de niña me
aventuraba al vacío, entre la vida real y el sueño. El miedo era miedo, y era también abrir las puertas que quedaban ocultas sin
saber lo que aguardaba.
Sospechaba que había algo más, un mundo infinito al que se accedía sólo con abrir la puerta, no importaba el abismo, el abismo era sólo un rostro que intentaba decirme algo, entre la luz y la oscuridad de una caricia, por ejemplo.
Un gesto tiene la dimensión de una vida. No se puede mirar atrás, salvo que uno quisiera quedar suspendido para siempre en ese gesto, en ese instante de la duda,
o explorar ese otro sendero abandonado, todavía invisible,
intocado.
aventuraba al vacío, entre la vida real y el sueño. El miedo era miedo, y era también abrir las puertas que quedaban ocultas sin
saber lo que aguardaba.
Sospechaba que había algo más, un mundo infinito al que se accedía sólo con abrir la puerta, no importaba el abismo, el abismo era sólo un rostro que intentaba decirme algo, entre la luz y la oscuridad de una caricia, por ejemplo.
Un gesto tiene la dimensión de una vida. No se puede mirar atrás, salvo que uno quisiera quedar suspendido para siempre en ese gesto, en ese instante de la duda,
o explorar ese otro sendero abandonado, todavía invisible,
intocado.
Tu voz quedó en la intemperie. Musitar apenas las palabras, pronunciar cosas inaudibles es como partir, como las hojas llevadas por el viento en el preludio de la lluvia.
Como alguien que corre tan sólo por sentir las gotas deslizarse lentas, entibiarse al fuego que llevamos dentro.
De ese encuentro sólo son testigos una calle infinita y una noche sorprendida por faros de luz, de tanto en tanto, como las nítidas palabras.
En el tránsito, en la oscuridad estamos solos. Sin dirección fija sin faro que te guíe a alguna parte, como una ventana que sólo ilumina adentro, y te lleva hacia otro océano espejado donde todo se confunde y se derrama.
Allí está tu rostro en la ventana, una niña en la tormenta, y entonces te das cuenta que a veces lo que intentas son tan solo balbuceos, el amor un torrente apenas sostenido por palabras, un dique que a veces se derrumba, el agua se escapa de su cauce
y, en el desorden, se suceden las imágenes de tu vida como una película.
Y a veces te pierdes, o te ocultas en el mismo refugio del silencio de cuando eras niña,
hasta encontrar de nuevo
el brillo de una voz, una ternura, un preludio que contenga.
(Carta escrita por Katherine M. a LL, 13 de marzo de 1916)
Como alguien que corre tan sólo por sentir las gotas deslizarse lentas, entibiarse al fuego que llevamos dentro.
De ese encuentro sólo son testigos una calle infinita y una noche sorprendida por faros de luz, de tanto en tanto, como las nítidas palabras.
En el tránsito, en la oscuridad estamos solos. Sin dirección fija sin faro que te guíe a alguna parte, como una ventana que sólo ilumina adentro, y te lleva hacia otro océano espejado donde todo se confunde y se derrama.
Allí está tu rostro en la ventana, una niña en la tormenta, y entonces te das cuenta que a veces lo que intentas son tan solo balbuceos, el amor un torrente apenas sostenido por palabras, un dique que a veces se derrumba, el agua se escapa de su cauce
y, en el desorden, se suceden las imágenes de tu vida como una película.
Y a veces te pierdes, o te ocultas en el mismo refugio del silencio de cuando eras niña,
hasta encontrar de nuevo
el brillo de una voz, una ternura, un preludio que contenga.
(Carta escrita por Katherine M. a LL, 13 de marzo de 1916)
Plotino en su Enéada III, 5 (50), decía que el amor era un Demonio y un Dios. Recurrió a pruebas históricas: los escritos de Hesíodo, de los órficos, de aquéllos que enseñaron tal doctrina.
La Afrodita Celeste de la mano de Eros tendrá la visión del conocimiento. En este caso, dice Plotino, el amor es un Dios.
Y está la Afrodita Pandema, que es un demon, un espíritu de la naturaleza que adorna el cosmos con bellezas pasajeras.
No imita el poeta, dice Plotino, las figuras, los colores,
los movimientos menguados de los seres que andan por el mundo, no,
el poeta siente el mismo poder de la naturaleza, y así engendra obras también efímeras.
Al amor lo entendía Plotino como el culto a la belleza que libera y el ritual de iniciación al conocimiento. El amor cristiano como donación o entrega era otra cosa. Pero Plotino probó que había algo más: el hombre va más allá de la belleza y el delirio que el mismo bien le inspira,
siente que se rompe y libera todo límite, se siente uno con el otro y ama, siendo aún él mismo lo que ama.
“Heatón agapesas, augén katharán,
autós en touto, hoper égapese".
Pedí a los magos que cuidaran de mí,
y entonces me llevaron consigo.
Dulce era mi risa
azul mi desnudez
tímido mi pecado.
Volaba sobre la pluma de un ave
y me hacía almohada a la hora del delirio.
cubrieron mi cuerpo de amuletos,
Y untaron mi corazón con la miel de la demencia.
Protegieron mis tesoros
y los ladrones de mis tesoros,
me obsequiaron historias y silencios,
desataron mis raíces.
Y desde aquel día me voy
me hago nube de cada noche
y viajo.
Soy la única en decirme adiós
la única en acogerme.
y entonces me llevaron consigo.
Dulce era mi risa
azul mi desnudez
tímido mi pecado.
Volaba sobre la pluma de un ave
y me hacía almohada a la hora del delirio.
cubrieron mi cuerpo de amuletos,
Y untaron mi corazón con la miel de la demencia.
Protegieron mis tesoros
y los ladrones de mis tesoros,
me obsequiaron historias y silencios,
desataron mis raíces.
Y desde aquel día me voy
me hago nube de cada noche
y viajo.
Soy la única en decirme adiós
la única en acogerme.
Hay palabras que guardo en el silencio porque están
hechas de pétalos transparentes, alas de semillas que vi una vez.
Hay sentimientos que habitan en una ciudad, por ejemplo Roma.
O en un acertijo.
A veces el silencio es una luna roja que se vuelca
en el lecho como una flor de chivato, desabrochada,
entre las sombras de las palabras.
Hay palabras que son tiernas, que son de sangre y de guerra
y que anochecen la boca y el cuerpo, aunque estén lejos,
aunque no lo sepan son para llorar y no es tristeza.
hechas de pétalos transparentes, alas de semillas que vi una vez.
Hay sentimientos que habitan en una ciudad, por ejemplo Roma.
O en un acertijo.
A veces el silencio es una luna roja que se vuelca
en el lecho como una flor de chivato, desabrochada,
entre las sombras de las palabras.
Hay palabras que son tiernas, que son de sangre y de guerra
y que anochecen la boca y el cuerpo, aunque estén lejos,
aunque no lo sepan son para llorar y no es tristeza.
Muchas veces escribir es recordar lo que nunca existió.
¿Cómo lograré saber lo que ni siquiera sé? Así: como si recordase.
Con el esfuerzo de la “memoria”, como si nunca hubiera nacido.
Nunca nací, nunca viví: pero recuerdo, y el recuerdo está en carne viva.
Clarice Lispector
Parecía como si el mundo se dividiera entre una flor blanca
de la noche
y su imaginación sobre ella, y a veces oscilaba entre una y otra orilla, como un péndulo.
Pero Clarice sabía que en el puente había un punto incandescente que no era ni totalmente la flor blanca de la noche ni su imaginación sobre ella.
Ese lugar de la vida era el más peligroso y clandestino.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)